
Editorial: Las reuniones secretas
La presidenta ejecutiva de Fuerza Popular, y excandidata presidencial, Keiko Fujimori, se animó hacer entrevistada por el periodista de canal N, Enrique Castillo, para revelar que en dos oportunidades anteriores al presente, y después de que el presidente Vizcarra asumiera el poder, dialogar sobre la posición de su bancada en el Congreso, defender la permanencia del fiscal supremo Pedro Chávarry, y reclamar contra el referéndum.
La señora Fujimori aprovechó de la ocasión para defenderse de una supuesta vinculación con la señora K y también para anunciar que no está dispuesta, y con ella su bancada, a aceptar los plazos que desde Palacio de Gobierno se han ido fijando alrededor del referéndum deseado con respecto a problemas de la administración de justicia y de reformas políticas.
La respuesta del presidente Vizcarra permite conocer lo que más interesaba a la ciudadanía. Estaba referida a los temas tratados y a los compromisos presuntamente concertados.
Vizcarra ha dicho que la primera entrevista fue protocolar estrictamente y que en la segunda rechazó un pedido de Fujimori para retirar del gabinete a la Ministra de Salud por la insistencia de esta de convertir en ley los octágonos impuestos a la producción de alimentos que permiten al consumidor determinar los niveles de azúcar y grasa.
La propuesta fue rechazada por Vizcarra.
Todo indica que el afán del fujimorismo era conmover el ambiente político para devolver prestigio a un alicaído Congreso que según encuestas tiene menos de dos dígitos de popularidad y que se encuentra ahora en la incómoda situación de tener que enfrentar una respuesta colectiva con respecto al referéndum.
El referéndum es un tema que tiene que ser resuelto a la brevedad posible para que el Estado pueda actuar, con respaldo ciudadano, y dar solución a la crisis de los sectores de administración de justicia y de reformas electorales e institucionales.
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